domingo, 10 de julio de 2011

P. BOURDIEU

Bourdieu la función reproductora de la escuela
Los trabajos donde Bourdieu, conjuntamente con Paseron, trata el  problema de la reproducción a nivel del sistema escolar son fundamentalmente dos: los estudiantes y la cultura escritos en la década de 1960y su obra habla de este terreno la reproducción.
En la reproducción este autor parte de la hipótesis siguiente: la escuela ejerce una violencia simbólica sobre sus usuarios  y ¿cómo se da este proceso? La violencia simbólica es considerada como todo poder que logre imponer significaciones e imponerlas como legitimas.
En efecto la escuela es una de las instituciones desde donde ejerce la violencia simbólica, esta se impone sobre los estudiantes de tal manera que se concibe como legítima. Todo ello le permite a los grupos dominantes seguir ejerciendo su violencia.
Toda acción pedagógica es objetivamente una violencia simbólica, en tanto que imposición por un poder arbitrario de un arbitrario cultural.
Bourdieu afirma que el poder arbitrario es que las clases dominantes ejercen su poder sobre las clases dominadas, no porque el poder les pertenezca de forma “innata” sino que lo obtienen debido a su posición arbitraria que tiene sobre  las demás clases sociales.
El poder arbitrario es impuesto por medio de la acción pedagógica, la cual ejerce en las distintas relaciones de comunicación. La acción pedagógica, al imponer los intereses de las clases dominantes por medio de un poder arbitrario, significa que produce una arbitrariedad cultural. Mientras las opciones preponderantes que elige la clase dominante sean más arbitrarias mayor será el grado de arbitrariedad del poder.
Esta doble arbitrariedad (social-cultural) de la acción pedagógica, nos pone al centro mismo de la explicación que Bourdieu da del sistema escolar, y como este se relaciona con las estructuras de las clases sociales.
El sistema escolar promueve y ayuda a que las clases explotadas se mantengan fieles y sumisas a un sistema social desfavorable a sus intereses.
El sistema escolar y la función legitimadora de la dominación
Para Bourdieu, la acción pedagógica no se reduce sólo a una relación psicológica de comunicación maestro-alumno, también cumple una función ideológica de legitimación y conservación del sistema de dominación, la autoridad pedagógica, puede ser, una institución escolar o un agente (director, profesor, padre de familia etc.) quienes son mandatarios de los grupos dominantes, para aplicar la violencia simbólica, los que reciben los mensajes transmitidos por la autoridad pedagógica ya están “preparados” para aceptar y reconocer la validez de dichos mensajes.
En el caso del sistema escolar, la función principal de la autoridad pedagógica (maestro-directivos que los receptores estudiantes acepten el contenido comunicado. Los estudiantes provenientes de las elites se encuentran mejor preparados para asimilar los contenidos y los valores de la cultura escolar, debido a que coinciden con la cultura de su clase social. Para ellos , esto significa darle continuidad a su modelo cultural. En cambio las clases dominadas, por medio de un gran esfuerzo, deben adquirir, conquistar, una cultura que les es desconocida, sufriendo un verdadero proceso de inculturación, por tal motivo, los alumnos de origen pobre, procedentes de familias obreras y campesinas, están en desventaja, con respecto a los hijos cuyos padres desempeñan un trabajo intelectual, o pertenecen a las clases acomodadas, puesto que estos últimos comprenden de manera natural el lenguaje escolar , los valores del colegio, el contenido de las materias y el sentido de las reglas .
Cuando Bourdieu habla de capital cultural, se refiere a la capacidad intelectual y artística, conocimientos y habilidades mentales que poseen los individuos.
El habitus es un sistema de disposiciones internalizadas que median entre las estructuras sociales y la actividad practica. El proceso pedagógico, en tanto que actividad de inculcación, crea en los estudiantes un habitus, que se entiende como un sistema de principios, de arbitrariedad cultural interiorizada y durable. El habitus entonces es, entonces, un complejo de significaciones incorporadas al cuerpo biológico, con poder de constitución real.
Con respecto al capital cultural, Bourdieu  señala que este puede existir bajo tres formas:
En estado incorporado: Poder social
En estado objetivado: Capital económico
Estado institucionalizado: Institución, títulos

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